Irailak 8 Septiembre

8 de septiembre. Es esa fecha que todo hondarribitarra tiene marcado con rojo, nunca mejor dicho, en el calendario. Ese día en el que sin dormir, nos agolpamos miles y miles de personas, incluso me atrevo a decir mujeres, en las aceras de la estrecha calle mayor. Jóvenes que pasan la noche a la intemperie, adolescentes que llegan a primera hora de la mañana, grupos que se agolpan a lo largo de la cuesta para escuchar los primeros sonidos de la banda. Sonidos que con una sola nota todo hondarbitarra reconoce. Sonidos que se repiten cada hora (alborada y diana) para dar pasa al tiempo. Tiempo que sirve para que los no tan jóvenes empiecen a subir, familias con niños que, para muchos de ellos será su primer alarde. Sus primeras fiestas.

Los nervios nos inundan, recorren nuestros cuerpo a medida que el reloj de la calle mayor nos va indicando la hora. Minutos que pasan lentamente con mucha tensión de por medio. Minutos que a partir de las 8:30 se nos hacen eternos. La calle está llena. Los murmullos no cesan, los gritos, las voces... son la antesala de lo que nos espera. 8:55, desde Gernikako Arbola empiezan a salir. Los primeros aplausos, aún lejanos, no se escuchan pero la voz ya ha empezado a correr: ¡ya han salido! La gente se pone de pie y a todos, sin excepciones, se nos ilumina la cara. Nuestro día, nuestra hora ya está aquí, a sólo una vuelta, a sólo un momento. Un momento para muchos espectacular. Las grandes cabezas de pelo de oveja se asoman, saludan a nuestro querido Arco de Santa María que es la primera en dar la bienvenida al Alarde. La protagonista de esta mañana.

Loa atxeros abren el desfile. Cierto, prefiero llamarlo Alarde. Las sonrisas dan paso a las lágrimas pero siempre, y que así siga siendo, de emoción.

Uno por uno, sin que cesen los aplausos pasan delante de ti. Sólo los escuchas tararear. Aún están emocionados, nerviosos, sobrecogidos... y de fondo ahí está, la banda. La primera kantinera ya está aquí. Los aplausos son aún más sonoros...

Son los primero 5 minutos de nuestro Alarde. Nuestra fiesta, nuestra tradición, nuestro pasado, presente y futuro juntos. Lo que fuimos, somos y seremos pasa delante de nuestras narices. Año tras año, día 8 tras día 8.

Mi primer día 8 fuera pero sigo encontrando las palabras con las que describir nuestro ritual en "la muy noble, muy leal, muy valerosa y muy siempre fiel ciudad de Fuenterrabia"

GORA HONDARRIBIA!

GORA AMA GUADALUPEKOA!

From MTY to the World