Esto no es un antro, esto es Dubai

Llevaban días hablándonos de Dubai y no, no me refiero a Emiratos Árabes.

Dubai era uno de los "antros" mexicanos por excelencia aquí en Monterrey aunque, según el mismo se define es un "canta bar". Vamos, nuestro karaoke de toda la vida.

Comenzamos la noche ambientándonos en casa. Solas. Encendimos la tele por cable y descubrimos un canal de música en castellano. Canción tras canción empezamos a cantarlas hasta que, por inspiración divina, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería rememorar y desempolvar viejos "temones". La oreja de Van Gogh era el mejor exponente. Canciones como "cuéntame al oído", "La playa" o "20 de enero" fueron nuestro repertorio.

Tras prepararnos e ir a por nuestras "anfitrionas" mexicanas descubrimos que habíamos llegado pronto a nuestro destino. Por ello buscamos un lugar donde cenar. Tacos Manolo. No sabemos quién nos habló de lugar pero recordábamos que había sido una de las sugerencias.

Asique tras tres raciones de taco, sin picante, por supuesto, nos dirigimos al "antro". Esta vez ya había gente esperando. Ana, gracias a sus contactos, nos consiguió un palco donde estuvimos la mitad de la noche. Pantallas gigantes, "palomas" y escuchar música que jamás pensé escuchar en una discoteca (The ting tings o The killers y, por supuesto, el Alejandro de Lady Gaga) nos cambiaron de sitio. La diversión llegó: bautizos, cenas y gritos como "queremos escuchar la mesa más escandalosa", "qué dice el público" o el "mozkorra guey" fueron el final de una divertida noche.

Los tacos finales no pudieron ser en el chiringuito al que queríamos ir pero nos los montamos en casa a altas horas de la madrugada.